miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz Año Nuevo


Desde este humilde rinconcito en la red, donde puedo expresar mis humildes pensamientos e inquietudes, sin censura y con total libertad de expresión, no solo para mí, sino tambien para todo aquel que quiere escribir en el.

Os deseo un Feliz Año Nuevo, y que venga cargado de mucha paz, amor, prosperidad, salud, y que se cumplan todos nuestros buenos deseos, además para los Costaleros que venga cargado de kilos en nuestras cervices, ya que significará que nos a dejado un año mas pasearlo/a por sus calles, y que le mostremos al mundo nuestra pasión, nuestra casta, nuestro genio y nuestro sentimiento.

Seguid trabajando por que esto ya está aquí, y a los que le falte ilusión, amor, sacrificio y compañerismo, y sacrificio, que abandonen el barco por que esto solo es para valientes.

Abuelos, seguid velando por nosotros y protegiendonos desde allí arriba, que nosotros seguiremos trabajando por nuestro futuro y nuestra gente.
Pd: Hay os dejo la foto de la delantera del Jorobaito de Triana, de Nuestro Padre Jesús Nazareno, por lo de el deseo de los kilos que estos van sobraos de ellos.
Que Dios os Bendiga y Madre de la Soledad os proteja con su luz prominente.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Por el camino más corto, y muy, pero que muy rápido


Como cambian los tiempos, antes andando, y por el camino más corto; hoy en día por el camino más corto, pero muy rápido, en Mercedes, excepcional Estación de Penitencia, creo que así son las Estaciones de Penitencia en Manhattan.

martes, 9 de diciembre de 2008

La delantera de Triana

Mirad como van, como a mi me gusta ir en los pasos, apretaito, sintiendo al compañero como trabaja a tu lado.
No sé por que la moda ahora en Badajoz de quitar un Costalero por trabajadera, e ir cuatro en lugar de cinco, cuando antes en parihuelas más desagradecidas para el trabajo del Costalero, iban cinco.
Espero que se reflexione sobre este tema, la prueba la tuvimos los que asistimos al Primer Congreso de Capataces y Costaleros, y nos iguló Antonio Santiago a cinco tarugos en la primera de la parihuela de la Amargura.