De iquierda a derecha, Miguel, más conocido por Romanco, Agustín y un sevidor, en un ensayo de María Auxiliadora.
Vivan las cuadrillas de amigos; y no me canso de decirlo, son las que funcionan, ya que con mis amigos al fin del mundo, y si están debajo de los pasos, pués imaginaros el taco que se puede formar.
Para que lo disfruten, lo degusten, paladeen y tengan el éxtasis del placer de como se mandan y andan los pasos. No me imagino otro capataz delante de este barcazo impresionante, solo a Manuel Villanueva; al igual que no me imagino a otros costaleros que no sean estos, costaleros de los Trakatra, por que los costaleros son de sus capataces, y aquí está el mejor ejemplo.