El Señor de Badajoz durante su tradicional besapiés el primer viernes de marzo. Con esta túnica maravillosa se nos presentaba dicho día.
He querido realizar esta entrada hoy, porque justamente dentro de una semana, realizará su Estación de Penitencia.
Con ausencias muy notables para Él y su Bendita Madre, la Virgen de la Amargura. De verdad os digo, que no ha sido fácil para mí ponerme delante del Señor y su cuadrilla de la Asociación, como me imagino que a los del palio les pasará lo mismo. Por que nunca es fácil suplantar a un compañero que lo ha dado todo por Él. Mi más sincero reconocimiento para Ricardo Becerra y José María Silva de Lima por su sapiencia y saber estar delante de estos dos pasos, ellos son los verdaderos artífices de las cuadrillas de Costaleros de la Asociación y de esta Cofradía, sabiendo llegar hasta su gente, debido a lo duros que son estos dos pasos.
Pero por otra parte, me encuentro con sensaciones reencontradas pero a la vez diferentes, hacía casi dos años que no tocaba un martillo, ni me ponía delante de un paso, desde que mi Señor Resucitado posara los zancos en el patio del Convento de Santa Ana, allá por 2009.
Gracias a todos los que habéis confiado en mí para desarrollar este trabajo, gracias a mi Junta de Gobierno de la Asociación, a Ricardo, por las palabras que me dijiste en la comida de nuestro pregón, a Joselón, por ser como es, que para sus costaleros es como un padre.
A Juan Carlos, a mi niño Jesús, que tu eres el eslabón de tu padre con el Señor, y se que vas a ser un pedazo de capataz, tiempo al tiempo.
Y sobre todo a mi Señor, que Él a querido que así fuera, y otro Oreja fuera delante o debajo Suya.
No vas a disfrutar nada Chino, cuando veas a tu niño delante de tu Cristo, como cuando tu ibas delante o debajo de Él.
Pero sinceramente a los que más, a mis Costaleros, que han confiado en mí ciegamente, sin conocerme de nada muchos de ellos, y sin saber que clase de persona se ponía delante de ellos; yo confio en vosotros ciegamente, y me lo habéis demostrado de sobra; con vosotros al fin del mundo. Que el Martes Santo será la Gloria.
Y muy especialmente a dos viejitas que me faltan, si hasta en el día os pusisteis de acuerdo, por algo será, pero que seguro que este año disfrutareis con vuestros nietos debajo y fuera de los pasos; y a tí, que seguro que cuando leas esto, sabrás de sobra quien eres. Ves y míralo a la cara, y vuelveme a ver cuando esté delante de Él, como me veías antes, y volverás a ver abrir los brazos, en esa forma tan peculiar de mandar las cofradías que dices que tengo. Volverás a oir esa voz seria y firme, que me han legado y transmitido, y que tanto te gustaba, y así en infinidad de cosas..., e ilumíname.
Que Ntro. Padre Jesús de la Espina y su Madre María Santísima de la Amargura nos bendigan y ayuden el Martes Santo.
Yo me acordaré de los que nos faltan.
