Como dije antes, esta es mi primera gran andadura en la red, supone para mí un nuevo reto muy bonito.
Con todo esto quisiera dedicar este blog a todos los Costaleros del mundo, amantes de la Semana Santa y Cofrades en general, pero muy especialmente a mi familia.
A mí abuela Paca, que hace un mes y quince días que no se encuentra entre nosotros, ya que acudío a la llamada del Padre Celestial, y allí arriba le habrá mirardo a la cara a su Virgen, a nuestra Virgen,a nuestra Sole, para pedirle que nos ampare y nos proteja. Cuanto te echamos de menos abuelita, no hay día que no te recuerde, pero espero poder pasar muchos años, con mi padre y tu otro hijo por esa calle tan costalera y por esa puerta donde han nacido una saga de Costaleros, con la Sole arriba, tu ya sabes por que y lo que sentiremos en esos momentos...
A mi padre, que me enseñó, transmitió y legó el oficio más bonito y digno del mundo, el ser Costalero, por haber heredado tus reaños debajo, y saber sufrir como solo los Orejas sabemos sufrir. Además de enseñarme a querer a mi Sole como nadie y los encantos de ese Viernes.
A mí madre, que se puede decir de una madre que no se haya dicho ya, Camelita, gracias por parirme tan así.
A mi hermana Zoraida por llevar también en su nobre Soledad, y ser la mejor hermana del mundo.
A mi tio José Mari, Costalero donde los haya, por aprender tanto y tanto, disfrutar y sentir junto a tí, te quiero un mazo Chino, tu ya sabes por donde voy.
A mi tio Paco, que ya no es Costalero por motivos de Salud, pero que puso hasta la última gota de su sudor, esfuerzo y sangre cuando estuvo.
A mis primos, Sergio y Jesús, porque ellos tienen que seguir junto a mis hijos si Dios quiere, este legado tan bonito y especial.
A mí tio abuelo Vicente, el primer Costalero de mi familia, el empezó todo debajo del Cristo de la Espina.
A todos esos Costaleros antiguos, que nos transmitiron un legado y un sentimiento, y nos lo dejaron con el corazón.
Y a todos esos que no nombro, que se que son muchos, gracias de todo corazón.