martes, 8 de febrero de 2011

Ilusión Renovada

Hoy te he vuelto a sentir entre mis manos, tu tacto era el mismo, suave y áspero a la vez; como la rudeza de tus hombres.
Allí estabas tú, con ese olor tan especial y característico de hombre y trabajadera. A tu lado tu fiel e inseparable morcilla, compañera y luchando junto ti, tantas y tantas batallas. Gracias a Dios, hasta ahora ganadas.

Cundo te sentía entre mis manos, mi mirada se fijó en otro punto, y allí estaba ella, enrollada como siempre, esperando proteger mis riñones, como la armadura al guerrero en otra pelea más.

Me transporté en el tiempo, y viví momentos tan especiales, íntimos y gozosos que solos los pueden vivir los que viven el anonimato bajo la oscuridad de un faldón.
Donde la trabajadera nos iguala a todos por igual, sin distinción de clases, profesiones e incluso cultura. Todos ahí abajo somos compañeros e iguales, y el que no sienta eso, o se sienta superior a los demás, lo mejor que puede hacer es irse de debajo de los pasos, por que una de las mayores cualidades que necesita un costalero es humildad y honradez. Todos somos compañeros, y con ellos a la gloria o a la muerte. Que en Semana Santa por supuesto siempre es glloria.

Y como tu Muralla no renuncia a su manera de trabajar y sentir las cofradías, si algún día alguien me recuerda en este mundo, que no me recueden por cuantas veces he caído, debido a las críticas de cuatro "listos", sino por cuantas veces, cuando ellos venían a rastras y pidiendo paso largo, yo pedía "jerga" y "fiesta" a la pelea, y de vuelta este a levantado.

Me acordé de mi padre, como me daba la alternativa aquel Viernes, cuando tan solo era un chiquillo imberbe, pero me sobraban ilusión y ganas.

También me acordé de mi tío el Chino, que a sido y será siempre uno de mis maestros; que orgulloso tienes que estar, viendo como vuelve tu niño delante de los pasos, y más concretamente del Cristo de tus amores.

De mi tío Paquito, de mi tío abuelo Vicente, tu eres el culpable de todo esto.

De mi abuelita esperándonos en su balcón, como esa frase que me dijeron,justo pasando debajo de tu balcón del cielo, que solo se vuelve a abrir, para ver pasar a sus niños en primavera, como costaleros, no se me va de la mente, "vamos JuanFra, que tu abuela está llorando de alegría desde su balcón del cielo".

De mis capataces, de mi Asociación, de mis amigos Agustín e Isa, de mi Mosca, de mi Lolo Gómez, de mi Paquito el Montijano, aunque ahora más bien del Polígono y su novia Isa, de mi Luisma.
Y al final vinieron dos, mi Señor del Gran Poder y mi Virgencita de la Soledad, por que por vosotros me hice costalero, y por vosotros me entró este bendito veneno. Que ser costalero no es solo devoción, también es oficio; ya que vas a por kilos, y los empujan el oficio. Como dice una persona muy querida por mí, "ese es el orgullo y el amor propio de un costalero".

Lo siento Papá, así nací y así moriré, y nada ni nadie, me quita de mi Semana Santa.
Aquí os estoy esperando, y aunque me reventéis, os estoy esperando para ganaros la pelea un año más.

3 comentarios:

Luis Manuel Leal Villares dijo...

Amigo Juanfra bonita reflexión la que escribes.Sabes que la pelea con ilusión y sentimiento se gana siempre.Y no te olvides de este viejo costalero que ahora mis kilos son tuyos. Sabes que mi corazón cada Viernes Santo siempre estará con mi Soledad bendita y con todos mis compañeros.Mucho animo que ya empieza la pelea y tu este año tienes una que no olvidaras facilmente.Con la ayuda de Dios y su Bendita Madre todo saldrá a la perfección.
Animo hermano y sabes que lo que necesites me tienes a tu entera disposicion.
Un fuerte abrazo Hermano.

Pd:Ya va siendo hora de vernos y charlar un poquito con unas fresquitas.

Izquierdo por Derecho dijo...

Amigo, siempre tuyo, y lo sabes, no nos queda na todavía por vivir juntos, bajo ese madero al que Dios le puso trabajadera, ya fue en Badajoz, en nuestra cuna, y en Gerena, la cuna de los grandes, entre los que ya emos escrito nuestras historias en ese libro, el de los Costaleros, siempre empujando, y ya de vuelta, o callendo agua a raudales, que nos gusta ese roneo¡¡¡ y los que no puedan con el y pidan paso largo, que se salgan de esas cuatro paredes de terciopelo. Para los envidiosos ya sabes lo que hay...
Te quiero hermano, un abrazo muy fuerte y nos veremos por la tierra de María, a volá¡¡¡

Caballa dijo...

Bien Juanfra....Muy Bien!!!!